Esta claro que tenemos que calentarnos con el frío y aquellos que tienen el placer de disponer de una chimenea, no pierden ocasión de aprovecharla, pero ¿donde van luego los restos?. En diferentes zonas del pueblo han acabado ardiendo o fundiéndose algunos contenedores, como estos van asignados por zona según el número de empadronados, hay que pedirlos y pagarlos a la Mancomunidad, hay que ser consciente del problema y peligro que supone la ceniza y brasas de la que algunos se deshacen sin saber que el resultado nos afecta a todos. Los que llegaron arder en su totalidad han sido retirados por el ayuntamiento.
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