Burguillos, ejemplo de una gestión nefasta heredada tras las pasadas elecciones municipales, intenta levantar cabeza tras el cambio de Gobierno local de este verano, cuando la hegemonía histórica del PSOE dio paso al equipo del popular Domingo Delgado, alcalde con una mayoría absoluta impensable hace muy poco. El nuevo gabinete recogió toda una ruina a causa de la negligente —y en algunos casos ilegal— gestión del exregidor José Juan López, condenado por delito urbanístico y dimitido a mitad del mandato pasado con la mayor parte del daño ya hecho desde el Consistorio y la sociedad de desarrollo local, Burguillos Natural, auténtico agujero negro del municipio. El Ayuntamiento soporta ahora un lastre que ya se ha fijado en nada menos que 67 millones de euros en una población de 6.120 habitantes censados. Esto supone que se trata del municipio más endeudado de España por número de habitantes, con casi 11.000 euros por cabeza si se repartiese la deuda. La papeleta que tiene que afrontar el nuevo alcalde desde junio es algo más que compleja, ya que no llega ni para nóminas, cada vez que se abre un cajón se encuentra una trampa nueva y los acreedores hacen cola. Los juristas trabajan para calibrar qué responsabilidades penales se van a pedir por todo ello.
Pero no han dejado tiempo para lamentaciones el alcalde y su equipo de concejales, que con muchas horas de trabajo han logrado sacar adelante las primeras medidas de choque e incluso algunos resultados para el simple funcionamiento rutinario de los servicios públicos, que también corrían ya peligro. Un ejemplo básico pero ilustrativo es el de los pozos. El agua es la base, nunca mejor dicho. Sólo funcionaba uno de los seis, pero se adquirieron cinco bombas y han podido activarse todos. Por primera vez ha habido presión de agua en todas las nuevas urbanizaciones y no se han sufrido cortes de agua durante el verano; además, se ha llegado a un acuerdo con el propietario de otro pozo privado para que el municipio pueda explotarlo, a la par que se negocia con Emasesa para conectarse al suministro de agua, que sigue dependiendo en Burguillos de los pozos. También se han recuperado los ingresos por la gestión del agua, antes encomendada a Burguillos Natural, lo que ha permitido hacer frente al pago de dos meses de las nóminas.
Por otro lado, se empiezan a solucionar los graves problemas de suministro eléctrico que padece el municipio desde hace años por la pésima gestión del anterior Gobierno, que entregó casas sin conexión con la red. En los últimos días, hasta medio centenar de viviendas han sido conectadas definitivamente a Endesa tras años de fluido mediante generador y un tremendo gasto en gasoil que debía costear el Ayuntamiento; en todo el pueblo, de unos 20.000 euros mensuales nada menos. El nuevo alcalde, de hecho, ha reducido el gasto corriente en un 60% eliminando horas extras, teléfonos móviles, coches particulares... Tanto es así consiguió que se celebrara la feria —en principio descartada— a coste cero, sin las pérdidas de otros años, o hasta la escuela de verano sin cargas financieras, con voluntarios y personal del Ayuntamiento a falta de subvenciones por la deuda municipal con la Seguridad Social.
En sus primeros cien días como alcalde, Delgado ha ejecutado una limpieza generalizada y profunda de todo el pueblo, entrando por vez primera en las nuevas urbanizaciones, colocando medio centenar de papeleras y poniendo en marcha el punto limpio, construido hace tres años y hasta ahora cerrado; se han acometido reformas de los centros de enseñanza; se han creado plazas de aparcamiento para minusválidos; y se ha puesto en marcha la bolsa de trabajo de auxiliares de ayuda a domicilio. Además, se ha ganado en agilización de trámites, atendiéndose a cualquier vecino en menos de 72 horas.
Recuperando patrimonio.
En paralelo, el Consistorio ha centrado esfuerzos en la recuperación de patrimonio que estaba en el aire, especialmente el que la sociedad municipal Burguillos Natural había malvendido (edificio de sede de este ente, un aparcamiento subterráneo...). Se ultima, de hecho, una operación vital de reversión de suelos —hasta 24 parcelas donde la Junta de Andalucía no ha podido levantar las viviendas sociales previstas— que puede reportar a las arcas locales 5 millones de euros que son un auténtico maná en este panorama. Esta operación está a punto de cuajar y aliviará muchísimo la dramática situación. Aunque queda mucho.
Enlace: ABC de Sevilla.
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